Aleksy Dmitriev buscaba la venganza. Sin embargo, el plan tuvo un efecto indeseado al descubrir que su última amante, Clair Daniels, era virgen, por lo que no podía haber sido la amante de Victor Van Eych.
A pesar de no haber obtenido su venganza, Aleksy no se privó del disfrute de su nueva adquisición.
Pero Clair estaba destinada a ser mucho más que un mero botín para el implacable ruso.