Un año antes Nick Ryder y Miranda Chase habían compartido una maravillosa noche de pasión que había dejado en él algo más que un poco de carmín en la camisa. Cuando ella se negó a responder a sus llamadas, Nick captó el mensaje... era una mujer sofisticada que no quería nada de un vulgar policía como él. Pero cuando volvieron a encontrarse, Miranda necesitaba la ayuda de Nick, y su talento como investigador. Él no podía negarse si era ella la que se lo pedía... pero tendría que mantenerse alejado de su cama, o al menos intentarlo...
Miranda había hecho un gran esfuerzo para olvidar al guapísimo Nick Ryder, ya que si no había vuelto a llamarla era porque no tenía el menor interés. Pero ahora había vuelto a su vida... y estaba más sexy e irresistible que nunca. Aunque su mirada decía lo contrario, Nick no paraba de repetir que aquello era un asunto estrictamente profesional. Eso quería decir que Miranda iba a tener que retocar su pintura de labios y provocarlo... porque lo que no iba a hacer era dejarlo escapar.