Después de un año separados, Cassie se sentía más segura, hasta que tuvo que volver a España a ayudar a su hermano, para lo que no le quedaba otro remedio que enfrentarse a Román. Al llegar allí, Cassie descubrió emocionada que su marido estaba empeñado en recuperarla y poner a prueba su nueva disposición... en el dormitorio.