Diario de un loco resultó la primera narración de estilo occidental en China, escrita de forma directa y clara. El giro vanguardista de Lu Xun ayudó a la aceptación del relato breve como vehículo literario eficaz, huyendo de la narración omnisciente tradicional y sustituyéndola por un solo narrador a través de cuyos ojos se filtra la historia.