Según la versión oficial, el religioso habría sido ejecutado por sicarios de los Arellano Félix que lo confundieron con el Chapo Guzmán en el aeropuerto de Guadalajara. Con la ayuda del Tripa Fernández, viejo amigo y ex policía político, de varios informantes y de un sinfín de pistas de sucesos aparentemente inconexos, Zaragoza irá descubriendo que esa versión no es la única... y tampoco la verdadera.