Una sociedad que alcanzara grandes avances, que fuera protagonista de un gran desarrollo econÃģmico, cientÃfico, cultural, social... pero que fracasara en la educaciÃģn de la siguiente generaciÃģn... serÃa sin duda una sociedad fracasada, entre otras cosas porque todos aquellos logros se perderÃan. Una sociedad inteligente debe dedicar a la educaciÃģn sus mejores energÃas, su mejor talento, sus mejores recursos y su mayor ilusiÃģn. La educaciÃģn necesita un mensaje y un enfoque siempre proactivo, de esperanza, de esfuerzo, de superaciÃģn. Un relato que resulte realmente inspirador para toda la comunidad educativa. Un empeÃąo que permita atraer el mejor talento para la educaciÃģn, y que haga que el compromiso por educar, tanto en la familia como en la escuela, tenga cada vez mejor consideraciÃģn y reconocimiento social. AdemÃĄs, la educaciÃģn debe hacer a la sociedad cada vez mÃĄs plural, mÃĄs libre, con mÃĄs equidad. Una educaciÃģn en la que aprendamos a convivir, a alcanzar acuerdos, a comprometernos todos en la construcciÃģn de un mundo mejor.