El Cofre

La fotografía lo lleva a un contexto que refleja el deseo, la tentación, al amor… a la caída de los ángeles en la tierra, y así mismo se comienza a tejer la historia.

Por su parte, Sara una muy bella modelo que vive en el mundo del fashions, de la pasarela, del disparo constante de las cámaras, también ha tenido encuentros sobrenaturales; es una mujer de grandes sentimientos.

Sara y Kenneth, inician su relación de amistad por las redes sociales pero inesperadamente sus vidas se fusionan cuando en un chat, llegan a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que busca todo ser humano en la tierra?, de inmediato su historia trasciende en una ciberaventura donde ángeles cabalísticos como Vasariah y Reiyel, los guían y protegen en mundos paralelos de la realidad y la realidad virtual; ayudan a la pareja para que encuentren lo que busca todo ser humano, su verdadera razón de existir, lo que les hace falta, cuya respuesta será revelada al encontrar un cofre místico, como lo expuso la madre de todas las musas Mnemosine a Kenneth en un trance prodigioso dentro de una discoteca.

Pronto, el dios del sueño Morfeo envuelve a la pareja mientras chatean, los transporta hasta un viejo castillo inglés donde Sara y Kenneth tienen su primer encuentro; ahí, se enamoran, pero son visitados por las tres furias: Alecto, Megera, Tisífona.

Luego de esas experiencias míticas, Sara es llevada a un importante encuentro mundial en Castellville, donde sin saberlo, se reúnen las grandes elites del mundo, los más sobresalientes políticos de las naciones y francmasones.

Por otra parte, Kenneth es arrestado injustamente acusado de la muerte de la anciana Klemer, una loquita que custodiaba del castillo; es llevado a los calabozos de la fortaleza donde se lleva a cabo la cumbre mundial. Sara se da cuenta de la situación, se preocupa por Kenneth, pues ambos se encuentran en un país extranjero donde no tienen ningún amigo, pero es ayudada por un gentil anciano de nombre Gabriel, un consejero espiritual quien la ayuda a encontrar las pruebas para defender la inocencia de su amigo y enamorado.

En el juicio ocurre algo inesperado, las máscaras se rompen y dejan ver quiénes están detrás de todo. Sara sin ser abogada logra sacar a relucir la verdad, provocando la ira de los malvados quienes muestran sus verdaderos rostros. La tierra retumba, ángeles y demonios se enfrentan en el lugar, Raziel, el custodio del amor aparece. Pronto, la amenaza de un misil dirigido a la cumbre se hace realidad, la gente corre como loca, el misil impacta, explota, causa destrucción y muerte. Sara y Kenneth sobreviven, ocultos en un pasadizo secreto, son auxiliados por Ayax, un noble corcel y Nawal, una inteligente loba siberiana. Regresan al viejo castillo muy tristes y aterrados por la ignominia del hombre.

Luzbel despliega sus fuerzas oscuras del inframundo en su afán progresivo por conquistar la raza humana, ataca las relaciones de pareja, el núcleo de la sociedad, la familia, aniquilando el afecto, no permite que el amor fluya o renazca, pues este es la base constituyente del comportamiento y de la conducta del ser humano.

Uno de los más bellos ángeles de la corte celestial, el mismo Satanás, el diablo, arremete con ímpetu contra este Don Divino entre engaños y artimañas, logra que los pecados capitales se siembren en algunos personajes de la raza humana. Siglos de lucha y rebelión se apodera de la tierra subjetiva, van conquistando la raza, maneja los hilos del mundo haciendo que toda tienda a ser desechable y vana en una sociedad cada vez más consumista, mercantilista, materialista, capitalista; cada vez sin principios éticos y si moral.

“No serviré, seré igual al Altísimo” dijo Luzbel, luego de una dura batalla. Por su afrenta, fue arrojado junto con su sequito de seguidores por otro bello ángel de nombre Miguel, el arcángel, quien los encerró en el inframundo. Pero el ángel negro logra engañar a los hijos de Dios, y hace abrir las puertas del infierno. Hoy, el diablo anda suelto en la tierra.

En el castillo la modelo y el escritor duermen, mientras aparecen los viejos fantasmas medievales, Luzbel al ver que en la pareja crece el amor verdadero en pleno siglo XXI, atrapa el espíritu de Kenneth entre gruesas cadenas que representan cada una los pecados capitales: Lujuria, envidia, gula, vicio, pereza, Ira, Soberbia; busca hacerlo caer para destruir ese amor y no permitir que el cofre se encuentre. Pero, Sara irrumpe en el lugar, la décima musa, la musa humana, logra con su luz iluminar el alma de su amado, sorprende a las Furias que en el acto la atacan, Kenneth se interpone al romper la última cadena que lo ligaba y salen de las garras del mal.

Luego, la pareja parte de Inglaterra en una nave espacial futurista al tener claras pista donde se encuentra el Cofre; viajan a Egipto, donde se casan, y son guiados por Halud que dice saber dónde se encuentra un templo perdido inmerso en las arenas del Sahara. Llegan al Sancta Sanctorum donde hallan gigantescas representaciones esculturales de setenta y dos ángeles cabalísticos. Descubren el Cofre místico, reluciente, custodiado por los ángeles; lo abren y solo aflora una fragante nube que se disipa y deja ver un cobre vacío, no entienden por qué; sin embargo, están felices por haber logrado su objetivo, entienden que significa el cofre para sus vidas, comprenden que representa la alianza de Dios con el hombre, que el verdadero cofre… son ellos, el hombre y la mujer; donde Dios guardó muchos dones, su unión en el verdadero amor, es la llave que abre el cofre de cada ser. Resuelven el acertijo y responde a la pregunta sobre qué es lo que busca finalmente todo ser humano en la tierra, sencillamente… amor, el camino que los traerá de regreso a casa una vez culmine su ciclo de vida.

Una vez con el cofre simbólico en sus manos, una cobra real sale de entre las ánforas e inyecta veneno en un brazo de Sara, la musa humana. El veneno la carcome, sabe que va a morir, le expresa todo su amor a su amado sin decirle que espera un hijo fruto de su unión, no quiere causarle más dolor a su hombre, ella siente que la vida se le va y agoniza en brazos de su amado. Kenneth no puede contener su dolor y corre por pasajes secretos hasta salir a la cima de una escarapelada montaña, donde Soberbia e Ira se pasean a su lado; no soporta su dolor, grita exasperado, se lanza al abismo. Pero un ángel se interpone en su caída, lo eleva, entonces Luzbel contraataca, pero de inmediato es enfrentado por el arcángel Miguel que arrincona a los ángeles rebeldes y los empuja hacia el abismo; luego, se esfuma cual rayo de luz hacia el cielo.

Después de un momento, Sara despierta y llega hasta donde está su amado, lo ve rodillas y con el corazón partido, lo llama, la alegría salta en sus corazones, corren abrazarse, pero sus figuras se tornan etéreas, holográficas, se van distanciando en una lámina dimensional de cristal en el ciberespacio.

Sara y Kenneth despiertan, están frente a su caja electrónica, su Laptop, por sus ojos ruedan lágrimas y en el chat, un mensaje simultáneo: TE AMO.