Esta obra está considerada por algunos especialistas como la obra más importante de Kafka.
En El castillo se narra la historia de un agrimensor (K) que acude a la llamada de un pueblo adscrito a un castillo donde requieren de sus servicios. El encargo lo obliga a abandonar su patria, su trabajo y su familia.
A su llegada se le hace saber que, en realidad, no se lo necesita. Aquí comienza su lucha contra el poder, representado por la administración del castillo.
Debido a su intensidad y su complejidad intelectual, de su lectura cabe hacer gran variedad de interpretaciones y análisis, no solo literarios, sino también psicológicos, políticos, sociológicos, filosóficos o teológicos.