El relato que da nombre al libro "El eterno viajero" es un emotivo texto dedicado a José Emilio Pacheco, que relata cómo, a pesar de las distancias y los viajes, la pareja mantiene su vínculo a través de la escritura. Cuando las cartas ya no son suficientes, es necesario llevar un diario –o varios– para contarse la vida "hasta el día en que vuelvas".