El miedo, la angustia, la desesperaciÃģn y la rabia son las cuatro paredes de cristal entre las que la depresiÃģn, el mal oscuro y hondo de una modernidad superficial y solo aparentemente luminosa, encierra a quien cae en su cerco. Una vez en sus garras, todo hombre tiembla; algunos encuentran la lucidez para contarlo, como Andrea Pomella, quien mira a su enfermedad como si fuera un elemento extraÃąo, un cuerpo ajeno con el que pretende familiarizarse porque en este intento de conocer lo incognoscible reside el sentido de todo, de la vida misma. Desde los abismos del alma del autor, emerge un libro tormentoso y salvÃfico al mismo tiempo: las reacciones del cuerpo a las agresiones de los fÃĄrmacos, las sesiones con los psiquiatras, la relaciÃģn con su pareja y su hijo obligados a convivir con los altibajos de la enfermedad, el retorno del antiguo fantasma del padre repudiado. Pero cuando todo parece hundirse en la oscuridad mÃĄs total, de repente un centelleo, la perspectiva de una redenciÃģn capaz de disipar las tinieblas. Leer este libro significa sumergirse en un mundo ajeno hasta sentirlo propio; significa recorrer, paso a paso, el camino desde una condiciÃģn de dolor absoluto hasta un nuevo comienzo. Un camino vital, humano, pero tambiÃĐn literario que se articula en una escritura, Ãntima, precisa y cortante como el filo de una navaja: la voz alta y firme del hombre que tiembla.
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