Pero Nathan le pidió un favor al que no se podía negar. Tenía que acompañarlo un fin de semana a una fiesta familiar para que su madre dejara de buscarle novia. Meg desconocía que estaba libre, pero a pesar de que cada vez la atraía más, se daba cuenta que ella no era la persona que estaba buscando. Además de que no quería que descubriera que lo había engañado para conseguir el trabajo ocultándole que era viuda y tenía una hija...