En otoÃąo de 1973, el escritor Peter Matthiessen y el zoÃŗlogo George Schaller emprendieron una expediciÃŗn a la MontaÃąa de Cristal, en la meseta del TÃbet, para estudiar los hÃĄbitos de un animal no muy conocido: el bharal o cordero azul himalayo. Pero su autÊntica esperanza era poder ver al mÃĄs hermoso y raro de los grandes felinos: el leopardo de las nieves. Para Matthiessen, adentrarse en la tierra de Dolpo significarÃĄ mucho mÃĄs que una expediciÃŗn naturalista o una aventura. SerÃĄ despojarse de las ventajas y las ataduras de la civilizaciÃŗn, convivir con hombres y paisajes en su belleza mÃĄs elemental, caminar por los senderos delbudismo y el zen. ÂĢLo que comenzÃŗ como una bÃēsqueda del leopardo de las nieves, ese animal raro, venerado y emblema budista, se convirtiÃŗ en una indagaciÃŗn del sentido del ser. Una soberbia combinaciÃŗn de montaÃąismo y misticismoÂģ. The Observer ÂĢEn 1978 se publicÃŗ un libro que estaba destinado a convertirse en un clÃĄsico y a hacer entrar por la puerta grande en la literatura a un felino hasta entonces casi desconocido: El leopardo de las nieves, bellÃsima crÃŗnica de un viaje extremo al corazÃŗn mÃĄs remoto y frÃo de AsiaÂģ.Jacinto AntÃŗn, El PaÃs