Los truenos restallaban y los relΓ‘mpagos iluminaban el cielo, haciendo destacar la imponente silueta de su nueva residencia, pero la hermosa e irreductible seΓ±orita Sydony Marchant no era de las que se amedrentaban fΓ‘cilmente. La mansiΓ³n no la atemorizaba, pero sΓ lo hizo la llegada del vizconde Hawthorne. Bartholomew ya no era el muchacho que ella besΓ³, sino un hombre con un cruel brillo en los ojos. Γl habΓa ido a encontrarse con Sydony para descubrir una verdad y arruinarla. Sin embargo, muy pronto los dos se verΓan enredados en oscuros secretos...