Solo estoy esperando. La retengo porque sé que va a traicionarme. Y, si llego a sospecharlo siquiera, me adelantaré. ¿La deseo? SÃ, cierto. Pero más deseo que nadie se burle de mÃ. Más deseo mantener alejados a mis enemigos y a flote el legado de mi abuelo. SÃ, la deseo, y ella llegará a desearme, por más que se resista. Pero con el deseo solo no basta y sé que ocurrirá. Me traicionará. Y cuando eso ocurra... estaré preparado.