El doctor Frankenstein se ha dedicado en cuerpo y alma a estudiar la materia, fantaseando con dar vida a un ser «superior». Un oscuro día de otoño la fantasía se hace realidad y el científico se encuentra frente a su creación: una criatura grande, deforme y desgarbada que no responde para nada a su ideal. El doctor ha querido abandonarla, pero el monstruo no ha perdido su rastro...
«Me dediqué a pensar en una historia que interpelara a los misterios de nuestra naturaleza y despertara un horror estremecedor, que helara la sangre y acelerara los latidos del corazón» (Mary Shelley).
La autora es sobre todo conocida por este título, que creó con apenas 18 años y cuando se encontraba de vacaciones en compañía de otros amigos e intelectuales. Lord Byron, el anfitrión, propuso entonces un concurso literario: cada invitado debía escribir una historia con tintes sobrenaturales. De aquí surgió nuestro famoso Frankenstein, germen de la novela gótica y de terror, pero que Shelley no volvería a cultivar. El resto de su obra transitó entre el ensayo biográfico, la literatura de viajes o la novela histórica (Valperga, Perkin Warbeck) y la apocalíptica (El último hombre).