¿Locura fruto del hundimiento del último Nietzsche? ¿Vuelo deslumbrante del espíritu humano? El Anticristo es una crítica demoledora de los cimientos de la cultura occidental. Según el autor, el cristianismo es la causa de los males sociales, una moral de esclavos fruto del resentimiento de los débiles contra los fuertes; una moral, desarrollada por san Pablo tras la muerte de Jesús, que diviniza la nada, que niega y falsifica la realidad y construye un «mundo de puras ficciones». Frente a los valores decadentes, Nietzsche reivindica la virtud del espíritu libre, pues la vida es «instinto de crecimiento, de acumulación de fuerzas, de poder». Para el autor, la fecha de finalización de la obra era toda una efeméride, el último día del cristianismo y el primero de una nueva época, el día de la «ley contra el cristianismo». «La Iglesia creó miserias para eternizarse, vive de miserias [...] ¿Desde hoy? ¡Transmutación de todos los valores!»