Pero seis años después alguien estaba intentando convencer a Rafe de que ese terrorista seguía con vida, y de que la única persona capaz de hacerle dejarlo todo estaba en peligro. Elizabeth Richards y Rafe en otro tiempo habían sido compañeros y amantes; él lo daría todo por protegerla, todo. Esa vez parecía que era eso exactamente lo que iba a tener que hacer.