Estas cartas nos enseÃąan a amar. Nos dan lecciones de dignidad, de pasiÃģn, de amorosa resignaciÃģn. Nos enseÃąan los caminos de la alegrÃa, del deseo y de la pÃĐrdida.
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Mi querido y viejo amigo Alfonso, te echo terriblemente de menos, querido, y mis pensamientos regresan sin cesar a las deliciosas horas en que estaba sentada en tus rodillas y apretada contra tu corazÃģn y cuando sentÃamos lo mucho que nos adorÃĄbamos. Pues bien, la prÃģxima vez en Miramar todavÃa serÃĄ mejor, Âŋno es asÃ, querido mÃo? ÂĄYa no tendremos que preocuparnos por las interrupciones de nuestras madres!
Carta de Victoria Eugenia de Battenberg a Alfonso XIII
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Mi felicidad reside en estar cerca de ti; mi memoria evoca a cada instante tus besos, tus lÃĄgrimas, tus cariÃąosos celos y los encantos de la incomparable Josefina reavivan sin cesar una llama viva y ardiente en mi corazÃģn y mis sentidos. ÂŋCuÃĄndo podrÃĐ, liberado de toda inquietud, de toda contienda pendiente, pasar todo mi tiempo en tu compaÃąÃa y no pensar en otra cosa sino en amarte y disfrutar de la dicha de decÃrtelo y demostrÃĄrtelo?
Carta de NapoleÃģn a Josefina