Publicado por primera vez en 1893 como parte del volumen The Real Thing and Other Tales, en «Sir Dominick Ferrand», Henry James vuelve a recurrir a una de sus obsesiones, la conciencia perceptiva, intuitiva.
En este relato, una mujer de misteriosa personalidad que se guía por premoniciones explicará la historia de unos manuscritos comprometedores, hallados por azar, a un atribulado escritor ignorante de que, a veces, la felicidad, se esconde tras la siguiente revuelta del camino.
Henry James (Nueva York, 1843-Londres, 1916) nació en el seno de una adinerada y culta familia de origen irlandés. Recibió una educación ecléctica y cosmopolita, que se desarrolló mayoritariamente en Europa. En 1875 se estableció en Inglaterra después de publicar en Estados Unidos sus primeros relatos. El conflicto entre la cultura europea y la estadounidense está en el centro de muchas de sus obras, desde su primera novela, Roderick Hudson (1875), hasta la trilogía con la cual culmina su carrera: Las alas de la paloma (1902), Los embajadores (1903) y La copa dorada (1904). Maestro de la novela breve, algunos de sus logros más celebrados se hallan en este género: Otra vuelta de tuerca (1898), En la jaula (1898) o Los periódicos (1903). Cerca del final de su vida se nacionalizó inglés. En palabras de Gore Vidal, «no había nada que James hiciera como un inglés, ni tampoco como un estadounidense. Él mismo era su gran realidad, un nuevo mundo, una terra incognita cuyo mapa tardaría el resto de sus días en trazar para todos nosotros».