La inocente Gracie Jones anhelaba vivir aventuras. Una noche mágica, se encontró en brazos del carismático Malik al Bahjat, descubriendo a la mañana siguiente que era el heredero al trono de Alazar. Expulsada de su lado por la familia real, Gracie tuvo la certeza al cabo de unas semanas de que, a consecuencia de aquella noche, se había quedado embarazada. Cuando Malik supo la verdad, diez años más tarde, irrumpió en la vida de Gracie. Arrastrándola consigo a su magnífico reino, fue conquistándola, beso a beso, con la intención de legitimar a su heredero y satisfacer su deseo, para lo que necesitaba coronarla como su reina del desierto.