«Una única y original historia de amor que bien podría ser un capítulo de Black Mirror».
Javier Castillo, autor de El día que se perdió la cordura
La vida se compone de elecciones.
Elegimos continuamente cómo vestirnos, qué comer, dónde ir, qué decir, a quién votar, de quién enamorarnos...
De esas elecciones que parecen banales y a las que no damos importancia, depende todo nuestro futuro.
El mío se truncó el día que elegí a Lori.
Llevo toda mi vida en Madrid, mi ciudad, pero me gustaría vivir en Nueva Orleans. Una vez volé de un tejado a otro pero nunca nadie me ha creído. De pequeño mi abuelo me daba siempre queso curado y me dejaba cogerle todos los libros que tenía en sus estanterías. Desde entonces mi vida no tiene sentido sin queso y sin literatura. La música me ayuda a vivir. Lo digo en serio. Lloro viendo series y películas. Tengo la fortuna de estar enamorado. Viajamos juntos en una furgoneta California para poder dormir cerca del mar. Ella tiene miedo a la muerte y yo tengo miedo de que se muera. Intento mantener la intensidad a raya. Escribo para hablar del silencio que guardo.