Edición de Silvia Herreros de Tejada, especialista en J.M. Barrie
Traducción de Gabriela Bustelo
Poco imaginaba J.M. Barrie cuando escribió la obra de teatro Peter Pan que un siglo más tarde el mito del niño que no quería crecer seguiría cautivando a jóvenes y mayores por igual. Publicada años más tarde como novela bajo el título de Peter y Wendy, la obra creó un universo que se instaló en el imaginario colectivo. Barrie apela a nuestros sueños de infancia con una dulzura y un genio imaginativo capaces de llevarnos de la risa al llanto en pocas páginas. La vida del autor, marcada por la muerte de su hermano, está presente en todo momento. Él mismo confesaría que su más profundo deseo hubiera sido recuperar los años felices de su infancia, y que su más célebre personaje era una personificación de esos anhelos.
Esta cuidada edición introducida y anotada por Silvia Herreros de Tejada, especialista en J.M. Barrie, ofrece la mejor oportunidad para dejarse llevar por la fantasía del país de Nunca Jamás.
J.M. Barrie (Kirriemuir, Escocia, 1860 - Londres, 1937) fue un escritor y dramaturgo escocés conocido especialmente por ser el creador de Peter Pan. Nacido en el seno de una familia de artesanos de escasos recursos, tuvo una infancia feliz hasta que la muerte de un hermano, cuando él contaba apenas seis años de edad, alteró profundamente la vida familiar y trastornó la salud mental de su madre, que se convirtió en una persona desequilibrada, autoritaria e inflexible, cuya influencia y recuerdo pesó para siempre sobre James. El principal anhelo de Barrie durante el resto de su vida fue recuperar la felicidad de sus primeros años y mantuvo siempre un matiz infantil en su personalidad. En Londres alcanzó la fama con sus novelas y obras de teatro. Además, fue allí donde conoció a los hijos de la familia Llewelyn Davies, fuente de inspiración para escribir Peter Pan, la obra de teatro sobre un chico queno quería crecer y sobre Wendy, su compañera de aventuras en Nunca Jamás. Años más tarde la convirtió en novela: Peter y Wendy fue un auténtico fenómeno en la era eduardiana, la Belle Époque británica que aunó los años de inocencia, hedonismo y despreocupación previos a la primera guerra mundial.