Esta tecnología involucra dos mecanismos muy importantes para los usuarios actuales. Por un lado, las bondades del estándar HDMI (High-Definition Multimedia Interface o interfaz multimedia de alta definición) y su capacidad para transmitir señales de video, audio, datos y control en un mismo enlace; y, por otro, la posibilidad de hacer esto sin necesidad de cables, lo cual es ventajoso en múltiples aspectos, como la comodidad, la practicidad y la estética. Sin embargo, lograr esta combinación de tecnologías no fue una tarea simple, ya que requirió soluciones que fueran capaces de transmitir enormes tasas de información, adaptándose a las condiciones dinámicas del ambiente, como obstáculos e interferencias.