Diez años antes, cuando su padre fue detenido por fraude, Letty Spencer se convirtió en la mujer más odiada de Manhattan y se vio obligada a alejarse del único hombre al que había querido. Pero Darius Kyrillos ya no era el chico pobre al que conoció, el hijo de un chófer, y había vuelto para reclamarla como suya.
En lugar de saciar su sed de venganza, Darius estaba consumido de deseo desde que volvió a probar los labios de Letty, pero nunca hubiera podido imaginar las consecuencias de sus actos. Iba a ser padre y Letty volvía a rechazarlo. Pero él no estaba dispuesto a permitírselo.