A Caleb no le iba eso de las emociones, era un desastre para las relaciones. Algo que nunca le había preocupado... hasta que por fin empezó a enamorarse de Sadie.
Aunque Sadie y Caleb estaban espantados ante la innegable conexión, ¿serían capaces de admitir alguna vez que querían algo más? Todo dependería de lo que ambos estuvieran dispuestos a arriesgar.