Las raíces de los Wapshot se hunden en Saint Botolphs, un pueblo pesquero donde la única persona que conserva patrimonio es la excéntrica tía Honora. Cheever nos presenta a Leander Wapshot, entrañable padre de familia; su respetable mujer, Sarah, y sus dos hijos, obligados a labrarse el futuro en la gran ciudad: Moses, un triunfador nato, y Coverly, un joven dubitativo ante su bisexualidad que bien podría ser un alter ego del autor.
Cálida e irónica, la mirada de Cheever despliega aquí su comprensión hacia nuestras debilidades y disecciona con lucidez el ocaso de los privilegios.
Reseña:
«Su voz es tan rica y distintiva como las principales voces de la literatura estadounidense de posguerra.»
Philip Roth
«Uno tiene la sensación al leerlo que, además de saberlo todo sobre sus personajes, lo sabe todo sobre nosotros, sus lejanos lectores. Cheever es indudablemente uno de los grandes.»
El País
John Cheever (Quincy, Massachussets, 1912 - Nueva York, 1982) es uno de los escritores norteamericanos más destacados del siglo XX. Con apenas veinte años empezó a escribir relatos en The New Yorker con un éxito inmediato que le llevó a ser conocido como «el Chejov de los suburbios» por la maestría con la que retrató el espejismo del sueño americano, buscando siempre algo de luz entre el caos y el desencanto y la melancolía. Autor también de una sólida obra novelística, destacan La crónica de los Wapshot (National Book Award, 1958), El escándalo de los Wapshot (publicados por DeBolsillo en el ómnibus Los Wapshot), Bullet Park, Falconer y ¡Oh, esto parece el paraíso!. Sus Dietarios y sus Cartas forman parte también de una obra monumental que le mereció el Premio Pulitzer en 1979 y la Medalla Nacional de Literatura en 1982, poco después de su muerte.