La crónica es una cacería frecuentemente determinada por el azar. El expedicionario que sale en pos de un león se topa con el inesperado ornitorrinco. En su versátil recorrido, Villoro retrata a un grupo que no siempre cabe en la misma foto: cien millones de mexicanos, y traza la geografía humana de algunas emblemáticas regiones de nuestro tiempo: el Berlín anterior y posterior al Muro, La Habana de todas las luces, Tijuana, la frontera más cruzada del mundo, y el parque temático por antonomasia, el reino gobernado por un ratón de fieltro, la plástica utopía de Disney World.
De acuerdo con Juan Villoro los cronistas memorables son como los grandes del jazz: improvisan la eternidad. Safari accidental es un excepcional viaje en pos de esas eternidades.