Jason Barton era un ranchero de mirada fría y siempre centrado en su trabajo. Rosemary Wilson acababa de perder su casa y el legado de su familia, pero era una luchadora por naturaleza. Cuando Rosie y Jason quedaron solos y abandonados bajo los cielos del oeste, ambos supieron que el peligro los acechaba. En aquella situación, sólo había un lugar en el que Rosie deseaba estar: entre los brazos del cowboy que había prometido protegerla.