Tenía que averiguar quién estaba durmiendo en la fábrica y, ¿qué mejor manera de descubrirlo que dormir allí él también? Si había algo que Hilary Sinclair sabía, era cómo hacer una cama. Bueno, en realidad, un colchón. Era nueva en aquella fábrica de camas, pero sabía perfectamente lo que tenía que hacer. Además, lo que ella quería era empezar de nuevo en una ciudad nueva... pero resultó que su lujosa casa era cualquier cosa excepto lujosa y acabó durmiendo en la fábrica. El gran problema surgió cuando se encontró con un compañero de cama al que no conocía. Ben MacAllister había acudido a Dallas a ayudar en la empresa familiar. Pero no esperaba encontrarse con alguien como Hilary Sinclair, tan estirada como sexy. Ella había dejado más que claro que no tenía el menor interés en él, y él no quería ningún tipo de distracción... o al menos eso decía.