Ian Danforth sabía que su nueva ayudante ocultaba algo. La guapísima Katie era demasiado segura de sí misma, demasiado altanera y demasiado mala mecanógrafa. En sólo unos días había sacado a Ian de la sala de juntas y se lo había llevado a la cama.
Su verdadero nombre era Katherine Fortune y estaba acostumbrada a estar con hombres poderosos como Ian. Aunque la hacía temblar de deseo y tenía todo lo que ella deseaba en un hombre, Ian representaba también el mundo del que estaba huyendo.