Una novela intensamente romántica. Una chica fascinada por el patinaje sobre hielo inevitablemente, se enamora de su pareja en la pista, con un amor entre resbalones y abrazos de confianza.
Katie Van Ark narra con frescura, desde su propia y emocionante experiencia como patinadora artística y como alguien que ha llevado el primer amor a una realidad duradera.
Desde siempre, Maddy ha estado enamorada del chico de al lado. Es su vecino pero sobre todo es su compañero de patinaje sobre hielo, y pasa mucho tiempo en sus brazos todos los días haciendo piruetas, pero también ha visto sus brazos alrededor de otras chicas, muchas otras chicas. ¿Cómo le hará ver que también podrían ser pareja fuera del hielo?
Para Gabe, la relación con Maddy es vital, no imagina patinar con nadie más que con ella, y juntos tienen una buena oportunidad de ganar las medallas de oro, incluso de llegar a las Olimpiadas, así que ha decidido seguir pensando en ella como una hermana. Después de todo, la familia es para siempre, y él nunca ha salido con alguien en plan amoroso por más de dos semanas.
Pero cuando su entrenador les asigna una nueva rutina de patinaje romántico, todo cambia. ¿Será ésta la gran oportunidad que Maddy ha estado esperando o la ruptura que Gabe siempre ha temido?
Otros autores han opinado:
"Esta historia me cautivó desde el principio y me mantuvo enganchado hasta el final. Cada voz es auténtica e incluso los papás son creíbles y verosímiles, algo que no siempre sucede en la ficción para adolescentes." -AliasLibrarian-
"Me encantó. Me encanta cómo evoluciona Gabe. Empieza como alguien que querría lejos de mi hija y se convierte en un chico que me haría mucha ilusión que estuviera con ella." -THHernández, autora de The Union-
Katie Van Ark es miembro de la Sociedad de Escritores e Ilustradores de Libros para Niños (SCBWI) y de la Royal West of England Academy (RWA), además es estudiante de la Universidad de Vermont de Bellas Artes. Disfruta la lectura, la escritura y, por supuesto, el patinaje artístico. Vive en Michigan con sus dos hijas, dos gatos y un esposo muy paciente que también era su novio de la preparatoria.