El arte ha caÃdo en la cÃĄrcel del realismo y ha perdido toda la libertad creativa. Y, para huir de este culto a los hechos, es necesario reivindicar el papel de la mentira y el artificio en las obras.
Mediante un diÃĄlogo repleto de paradojas y de la ironÃa caracterÃstica del autor, Oscar Wilde evidencia la necesidad de escapar de toda intenciÃŗn moralizadora en la obra artÃstica. Puesto que no hay nada mÃĄs real que el arte, este debe existir por sà mismo y evitar ser un reflejo de una realidad que no harÃa mÃĄs que corromperlo.
ÂĢOscar Wilde tiene el poder de transformar el ensayo en ficciÃŗn.Âģ Luis Antonio De Villen
Oscar Wilde (1854-1900) fue un escritor, poeta y dramaturgo britÃĄnico, famoso por su habitual ingenio y sarcasmo social. Es en Londres donde empieza a producir sus primeras obras de Êxito, como su reconocida novela El retrato de Dorian Gray (1890) o, en teatro, El abanico de Lady Windermer (1892), SalomÊ (1894) -que fue censurada por retratar personajes bÃblicos-, o La importancia de llamarse Ernesto (1895), divertida comedia que ha sido llevada al cine en diversas ocasiones. Entre los aÃąos 1887-1889 editÃŗ la revista femenina Woman's World.