A travÊs de sus pÃĄginas, Liebling nos ofrece un retrato animado e idiosincrÃĄsico del universo pugilÃstico de principios de la dÊcada de 1950 âla Êpoca dorada del boxeo estadounidenseâ, un mundillo que incluye a personajes de todo tipo: desde representantes jactanciosos hasta entrenadores veteranos y segundos astutos y, cÃŗmo no, a los luchadores mismos: figuras de la talla de Joe Louis, Rocky Marciano, Sugar Ray Robinson o Archie Moore, al que definiÃŗ como "un virtuoso de anacrÃŗnica perfecciÃŗn".
Sin embargo, sus geniales escritos van mucho mÃĄs allÃĄ de la mera crÃŗnica deportiva. Con su inconfundible estilo, Liebling siempre busca la historia humana detrÃĄs de la pelea y evoca la tensiÃŗn y la atmÃŗsfera en el estadio tan nÃtidamente como lo que sucede en el ring, capturando asà este feroz arte como nadie lo habÃa hecho antes. Considerado el autor que mejor supo retratar el ambiente pugilÃstico, en una ocasiÃŗn afirmÃŗ: "El boxeador, como el escritor, debe estar solo".