Este libro representa un paso innovador y decisivo que está llamado a revolucionar la idea que tenemos de la educación. La inteligencia ejecutiva se encarga de dirigir todas las capacidades humanas: utilizar los conocimientos, gestionar las emociones, resolver las dificultades, establecer objetivos a largo plazo, aplazar las recompensas... En ella tiene su origen la libertad humana. No es una facultad innata, sino que los más pequeños tienen que aprenderla. Ella configurará su talento. Y ayudarles a que lo consigan debe ser el principal propósito educativo, tal como lo revela esta extraordinaria obra.