Claro que si James tenía que ocuparse de su sobrino, iba a necesitar ayuda. Y si la persona a la que persuadía para colaborar en tan noble labor era Beth, habría roto la primera barrera. Si conseguía que se quedara en su casa durante aquel tiempo, acabaría enamorándose de aquel delicioso bebé y, con un poco de suerte, de su tío también.