Acababa de pronunciar el sí cuando Elizabeth descubrió que su marido no se había casado con ella por amor. Con sus sueños de boda destruidos, había insistido en una anulación del matrimonio y había desaparecido de la vida de Quinn Durville, había cambiado de identidad y había jurado no volverlo a ver... Pero ahora Quinn la había encontrado, ¡y decía que ella seguía siendo su esposa! Él quería un matrimonio a prueba, pero Elizabeth se preguntaba si Quinn la amaba de verdad o sólo había vuelto para vengarse.