Vanessa no era en absoluto la princesa mimada que Wilder había esperado. Era valiente y atrevida, además de bella y vulnerable... Una mujer que deseaba con todas sus fuerzas ser libre lejos de sus obligaciones reales. Al mismo tiempo era consciente de que debía volver y casarse con un hombre al que no amaba.
Vanessa estaría a salvo mientras estuviera a cargo de Mark, pero él sabía que no podría protegerla siempre del resto del mundo, ni siquiera de sí mismo.