Hay en este libro un elogio sigiloso de lo mÃnimo. Y tambiÃĐn de lo nuevo, de la actualidad, de lo reciente. No se trata de una exaltaciÃģn de las grandes bibliotecas ni de los vates modernos sino de una Ãntima historia de inclinaciÃģn por la poesÃa, por los llamados gÃĐneros menores y por los lectores pequeÃąos en edad, como los propios nietos. En este libro que se abre a la historia personal de los afectos y a la vez reflexiona sobre el lenguaje inclusivo, el arte de "leer por dinero" o "escribir por encargo", la lectura asoma como una prÃĄctica existencial y la obra define, en ese despliegue, su grandeza.