Desde entonces supo reconquistar a su modo lo que el destino le arrebató a su familia. Pita Amor, mujer de personalidad y pluma deslumbrante, estuvo marcada por el claroscuro de una existencia dividida entre la privación y la opulencia, enfrentó y rebasó los diques que pretendieron dominar su carne y su obra como poeta.
Amiga e inspiración de grandes artistas, cautivó la imaginación de todos aquellos que la conocieron, forjando la leyenda de su nombre.
Los demonios de mi cuerpo nos acerca al fuego de su figura y nos ofrece un retrato íntimo y por momentos perturbador de una mujer inigualable, indómita, mística y pecadora, al mismo tiempo que rescata una época que se desvaneció junto con el sueño de la incipiente burguesía mexicana de principios del siglo XX.