La noche antes de que el disoluto lord Denham se embarcara en un viaje por Europa, se encontró con una complicación inesperada. Vestida con ropa de chico que no lograba disimular sus curvas, su amiga de la infancia, lady Althea Curtiss, se presentó en su puerta, desesperada por huir de un matrimonio concertado, y le pidió que la llevara con él.
Rhys aceptó con reticencias a aquella compañera de viaje, sabiendo que el escándalo le explotaría en la cara. Hasta que descubrió otro territorio mucho más íntimo que lady Thea sentía curiosidad por explorar. Pronto se dio cuenta de que corría el riesgo de despertar no solo la sensualidad de Thea, sino también su propio corazón...