Lo último que deseaba Gaetano Leonetti era encadenarse a alguien mediante el matrimonio, pero, para convertirse en consejero delegado del banco de su familia, su abuelo le exigía que buscara a una chica "corriente" para casarse. Decidió demostrarle lo equivocado que estaba eligiendo a Poppy Arnold, el ama de llaves. Sin pelos en la lengua y con una forma de vestirse poco habitual, era evidente que no sería una esposa adecuada para él.
Pero Poppy enseguida se metió al abuelo en el bolsillo, por lo que Gaetano se vio atrapado en una unión que no quería con una prometida a la que deseaba apasionadamente.