MAMA ANTULA

Quisiera andar hasta donde Dios no es conocido para hacerlo conocer. 

Por P. Luis A. Zazano

María Antonia de Paz y Figueroa nació en 1730 en Santiago del Estero. En 1745 vistió el hábito de “beata” jesuita mediante la emisión de votos privados. En 1767, los jesuitas fueron expulsados de los territorios de la Corona española, y María Antonia continuó el apostolado de los ejercicios espirituales. Viajó a diversos lugares del norte argentino, consiguiendo ante las distintas autoridades eclasiales los permisos pertinentes. Los Cursos de Ejercicios duraban unos 10 días y se celebraban a lo largo de todo el año. Los participantes eran personas de distintas condiciones sociales. Viajó a Buenos Aires en septiembre de 1779, caminando “dezcalsa”, como también se la conoce, 1400 kilómetros. En 1780, comenzaron los retiros en Buenos Aires con increíble éxito. En cuatro años, más de 15.000 personas participaron en este viaje espiritual. El deseo de “ir donde Dios no era conocido” la llevó a Uruguay donde permaneció tres años.

De regreso a Buenos Aires, inició la construcción de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en la Avenida Independencia 1190.

Murió el 7 de marzo de 1799 a la edad de 69 años. El Proceso de Beatificación comenzó en 1905 y María Antonia fue beatificada en 27 agosto de 2016 y canonizada por el papa Francisco en 2024.