Él no sabía que Morgen era una madre soltera que había estado toda la noche cuidando a su hija enferma. Cuando la relación profesional se hizo más íntima, Morgen le dejó claro que no quería una aventura.
Pero Conall estaba encaprichado de Morgen, y lo que para ella empezó como una cabezada en la oficina iba a convertirse en un sueño más placentero... ¡en la cama del jefe!