Hacía cinco años que Kristie había adoptado al hijo de su difunta hermana y lo había criado sin problemas. Hasta el día que conoció a Radford Smythe... Kristie se quedó inmediatamente cautivada por los encantos de Radford, pero tardó demasiado en descubrir que era el ex novio de su hermana. Su instinto le decía que debía mantenerse alejada de él antes de que descubriera su secreto; pero su conciencia le gritaba que el pequeño Jake debía tener la oportunidad de conocer a su padre.