Millie no quiso disfrutar con la cita a ciegas que le habían organizado con el impresionante abogado Hunter Addison. ¿Cómo iba a disfrutar si todavía sentía el dolor de su última relación? Sin embargo, cuando su madre lo necesitó, Millie tuvo que volver a verse con Hunter y esa vez no pudo negar que se le había acelerado el corazón...
Hunter desplegó todos sus encantos en la segunda cita con Millie. Normalmente, era un libro cerrado y sabía callarse sus asuntos familiares, pero ese fin de semana en Grecia para ahondar en su mutua e incontenible atracción estaba haciendo que infringiera todas las reglas...