Angelica Amery estaba dispuesta a comenzar una nueva vida en Milán, pero al llegar descubrió que había sido víctima de una estafa y se encontró sin casa, sin dinero y sin apenas hablar italiano. Entró en un café buscando refugio y allí conoció al enigmático y enloquecedoramente atractivo Dante Vettori, quien acudió enseguida en su rescate.
¿Qué otra cosa podía hacer Dante? Se sentía responsable de Geli, incluso antes de conocerla a fondo y de ceder a la atracción que ardía entre ellos. Pero aquella extravagante chica inglesa iba a poner patas arriba su ya complicada vida, haciéndole ver que era él quien necesitaba ser rescatado.