Lo que debería haber sido un breve interlvalo de vacaciones se convierte en algo más profundo cuando Lil Lampert conoce a Grier Dilorio en la feria de Los sabores de Chicago. Lil está de paso en la ciudad visitando a sus buenos amigos, Jody Williams y Clark Stevens, sin ninguna intención de relacionarse con un hombre más joven y descubrir un amor mutuo por la arquitectura, el diseño de interiores y unas preferencias sexuales muy peculiares que lo tienen enganchado y con necesidad de más.
A todas luces, Grier es el clásico chico malo al que le encanta la velocidad, los tatuajes y el cuero, pero poco a poco Lil va descubriendo su otra faceta: desinteresado, responsable y tierno, especialmente con Luca, el hijo al que tuvo que negar. Con el amor y el apoyo de Lil, Grier tomará una decisión clave para abrir la puerta a un posible futuro juntos, uno que incluya la paternidad, algo con lo que Lil había soñado pero que nunca se había atrevido a explorar.