Se trata de una compilación de exempla que relatan veinticinco milagros de la Virgen María, escritos en un dialecto del castellano hacia 1260, en una etapa tardía de su vida, usando como fuente colecciones de milagros marianos en latín que circulaban en el siglo XIII (Manuscrito de Thott, nº 128, Biblioteca de Copenhague). Berceo versificó solo 25 de ellos, empleando la estrofa de cuaderna vía, propia del Mester de Clerecía.