"El sencillo proverbio que afirma que ÂŦno puede borrarse de la carne lo que estÃĄ impreso en el huesoÂŧ, de uso tan comÚn en Inglaterra, nunca fue tan cierto como en la historia de mi vida. Cualquiera habrÃa pensado que, tras cincuenta y cinco aÃąos de aflicciones y de toda una variedad de infelices circunstancias que pocos hombres, si no ninguno, habÃan sufrido jamÃĄs; tras siete aÃąos de paz y regocijo en la plenitud de todas las cosas; envejecido y dispuesto, si es que alguna vez fue posible, a disfrutar de la posibilidad de experimentar todas las circunstancias de la vida mediana hasta averiguar cuÃĄl era la que mÃĄs se adaptaba a la obtenciÃģn de la completa felicidad del hombre; tras todo eso, digo, cualquiera habrÃa pensado que aquella propensiÃģn a deambular, de la cual en el relato de mi primera salida al mundo ya advertà que se imponÃa en mis pensamientos, deberÃa haberse gastado, evacuada por completo su parte volÃĄtil, o condensada al menos, de modo que, a los sesenta y un aÃąos de edad, yo podrÃa haberme inclinado por permanecer en casa y por poner fin a mi tendencia a arriesgar la vida y la fortuna.
Y asà es como explica el aventurero Robinson Crusoe, al que habÃamos conocido en el primer libro en su famosa isla, por quÃĐ cambia el escenario de sus dÃas, cÃģmo movido por la necesidad que es mÃĄs fuerte que cualquier deseo se ve obligado a dejar atrÃĄs su vida apacible en la pequeÃąa granja en Inglaterra que a su regreso de la isla habÃa comprado, donde vive con su mujer y sus 3 hijos, para embarcarse en una nueva aventura...
Pero esta vez, en lugar de pasar sus dÃas en la isla, nos llevarÃĄ con ÃĐl en un viaje por Brasil, Madagascar, Formosa, Taiwan, la vasta Siberia, Rusia, China... Lugares en los que Robinson entrarÃĄ en contacto con los habitantes locales y nos relatarÃĄ las costumbres de los pueblos que son tan lejanos para nosotros, asà como las aventuras que vivirÃĄ en estas tierras remotas y exÃģticas; entre ellas, lo encontraremos escapando de la persecuciÃģn de un oso o el ataque de una manada de lobos...
Pese a no carecer de aventuras, el carÃĄcter de este segundo libro es, sin embargo, otro; se podrÃa decir que es mÃĄs reflexivo, incluso un tanto filosÃģfico o antropolÃģgico, con el tema del colonialismo de fondo, el anÃĄlisis de las tensiones culturales o la controversia del progreso, la ciencia o los avances tecnolÃģgicos que no siempre garantizan la felicidad. Daniel Dafoe naciÃģ en Londres en 1660 en pleno colonialismo britÃĄnico, de allà surgen sus pensamientos para escribir esta novela. Daniel Dafoe tambiÃĐn trabajo como escritor, periodista y panfletista.