Cuando el rey ordenó al príncipe Vincenzo D'Agostino que se casara, él supo que solo había una mujer posible: Glory Monaghan, la amante que lo había traicionado seis años antes. Así, complacería al regente y conseguiría a la mujer que no podía olvidar.
La propuesta de Vincenzo era lo último que Glory esperaba, porque sentirse rechazada por él años antes casi la había destruido. Pero no tenía otra opción. Convertirse en la esposa de Vincenzo salvaría a su familia.